El divorcio es difícil para todos, pero es especialmente difícil para los niños ver a sus padres separarse. Los niños pueden sentir que es su culpa. Pueden sentir la necesidad de actuar como conciliadores. También pueden tener la esperanza de que sus padres vuelvan a estar juntos si ellos solo hacen o dicen lo “correcto”.

Sus mundos, junto al de sus padres, están cambiando permanentemente. No es raro que un niño se sienta solo y con miedo. Teniendo en cuenta que la mitad de los matrimonios terminan en divorcio en estos días, ciertamente no están solos. Y ustedes, los padres, pueden hacer que la transición sea menos dolorosa y menos difícil para todos.

El primer paso es decirles lo que está pasando. Estas son algunas cosas que debe y no debe hacer la primera vez que hable del tema con ellos.

Sea abierto y honesto. No mantenga su separación o divorcio en secreto. Sí, será una conversación difícil. Pero postergarla solo empeorará las cosas. Reúnase lo antes posible con quien pronto será su ex-cónyuge para hablar de lo que van a decir. Ensaye de antemano para poder comunicar las noticias de una manera serena y tranquila.

Asegúrese de remarcar a los niños que no hicieron nada malo. Las discrepancias entre usted y su cónyuge son solo eso: entre usted y su cónyuge.

Haga hincapié en que ellos, los niños, son lo más importante para los dos. Y en que ama a sus hijos tanto como antes. Aunque usted y su cónyuge pueden ya no estar juntos, siempre serán los padres de sus hijos.

Mantenga las cosas concretas. Ellos probablemente quieran saber la logística de su nueva situación: ¿Dónde viviré? ¿Dónde vivirá papá/mamá? ¿Quién me llevará al entrenamiento de fútbol? ¿Todavía puedo dormir en la casa de Suzy este viernes?

No comparta de más. Es cierto que ser abierto y honesto es importante. Pero los niños no necesitan saber todos los detalles de su relación. Tenga en cuenta la edad del niño, el nivel de madurez y el temperamento cuando hable con ellos. Solo ofrezca la cantidad de información que necesiten.

No tome decisiones precipitadas. Si puede, retrase la mudanza durante unas pocas semanas. Y trate de mantener las rutinas de los niños lo más que pueda.

No hablen mal el uno del otro. Eviten echar culpas y sean respetuosos el uno del otro. Sus hijos estarán mejor si tienen una buena relación con los dos.

Nunca les diga que «no deberían» sentirse de cierta manera. Sean cuales sean sus reacciones, hágales saber que es natural que se sientan así.

Mientras algunos niños pueden parecer tristes, otros pueden estar enfadados. Ellos pueden comportarse mal ahora, o más adelante, en otras situaciones. Asegúrese de que los maestros de sus hijos y los consejeros escolares sepan lo que está pasando. Pueden ayudar a estar atentos a cualquier cosa inusual.

A pesar de todo esto, es posible que los niños no tengan ninguna reacción en absoluto. Eso está bien también. Puede que necesiten un tiempo para procesar las cosas. O puede ser que simplemente no estén dispuestos a compartir lo que les pasa. Usted debe estar allí para ellos cuando estén listos para hablar.

Cuanto más vean sus niños que usted está bien, mejor se sentirán ellos. ¡Y mejor se sentirá usted! Manténgase ocupado. Pruebe cosas nuevas. No necesita lanzarse en paracaídas desde un avión pequeño sino que puede probar nuevos pasatiempos. Tal vez volver a hacer las cosas que solían gustarle para las que últimamente no ha tenido tiempo

Aspectos a tener en cuenta

Ciertas situaciones son complicadas. Asegúrese de manejarlas adecuadamente. Considere lo que hará en situaciones como las siguientes:

  • Si su ex no se hace presente en las visitas: Resista las ganas de gritar o hablar mal de su ex-cónyuge. Su ex sigue siendo el padre de sus hijos y ellos lo/la quieren. Hágale saber a sus hijos que esperarán una cierta cantidad de tiempo («Esperaremos a papá/mamá hasta el mediodía y si él no llega iremos al parque»), y luego se irán.
  • Usted tiene un nuevo novio o novia: El divorcio está lleno de adaptaciones. En primer lugar, sus hijos debieron acostumbrarse a que usted y su cónyuge vivan separados. Ahora deben acostumbrarse a que usted tiene una nueva pareja. Hable con ellos acerca de cómo los hace sentir su nueva vida social. Vea lo que puede hacer para que la experiencia sea más fácil en general. Trate de mantener sus rutinas habituales con sus hijos. Asegúrese de que su nueva pareja no le quite tiempo con sus hijos.
  • Si sus hijos quieren pasar más (o menos) tiempo con el otro padre: Incluso si usted tiene un arreglo de custodia establecido, sus hijos podrían querer hacer otra cosa. Según las edades de los niños, puede estar bien ser flexible. Pero asegúrese de que los niños vean a ambos padres durante cualquier arreglo que hagan.

 

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