Existen ciertas poblaciones que tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer de próstata de manera más temprana como son los pacientes afrodescendientes, los pacientes con historia familiar de cáncer de próstata en papá o hermanos y ciertas trazas raciales europeas, los hombres mayores (la mayoría de casos ocurren en mayores de 65 años), el tabaquismo, el sedentarismo, entre otros.
Lo determinante es entender que si se detecta a tiempo es potencialmente curable.
Para empezar, es importante saber que la próstata es una glándula ubicada debajo de la vejiga que tiene como función la producción de un líquido necesario para la vida de los espermatozoides, luego, tiene una función importante desde el punto de vista reproductivo. Sin embargo, con el paso del tiempo, empiezan aparecer una serie de enfermedades como son el crecimiento prostático benigno y el cáncer de la próstata.
“El crecimiento prostático benigno está íntimamente ligado a la edad de los pacientes. Es algo que empieza a ocurrir en todos los hombres por encima de los 40 años y que en muchos no genera ninguna manifestación. No obstante, en otras personas puede producir molestias para orinar como el chorro de orina débil, el tener que pujar para orinar, el tener que levantarse a orinar en la noche, el sentir afán para orinar y eventualmente el escape orina”, explica el doctor Mauricio Plata, jefe del Departamento de Urología de la Fundación Santa Fe de Bogotá.
Pruebas de detección
En el caso del cáncer de la próstata, la gran mayoría de pacientes no presentan ningún tipo de síntoma. Por esta razón es de altísima importancia la consulta al urólogo, ya que a través de una prueba llamada el antígeno prostático específico, una prueba de sangre y la realización de un examen rectal se puede sospechar o descartar la posibilidad de tener un cáncer de la próstata.
“Una de las grandes dudas que tenemos todos los hombres es a qué edad debemos empezar a hacer este tipo de exámenes. No existe una recomendación contundente, pero se considera que los hombres entre los 40 y 50 años deben realizar el examen de próstata mínimo una vez para, junto con el médico, definir el riesgo que se tiene de desarrollar cáncer de próstata a futuro y así determinar si el chequeo debe hacerse anual o con una periodicidad diferente”, comenta el doctor Plata.
En caso de presentar alteraciones o si los resultados son anormales se realizan pruebas adicionales. Una vez se sospecha la presencia del cáncer de la próstata por elevación del antígeno prostático o por un hallazgo en el tacto rectal, el urólogo indica la realización de una biopsia de la próstata.
“En nuestro medio antes de la biopsia de próstata es común indicar la realización de una resonancia magnética de la próstata que nos permite localizar mucho mejor la enfermedad y así poder hacer un estudio llamado biopsia de próstata guiada por fusión con resonancia magnética, el cual permite diagnosticar o descartar un cáncer de próstata de manera más precisa que la biopsia convencional”, señala el jefe del Departamento de Urología de la Fundación Santa Fe de Bogotá.
En el caso encontrar un cáncer de la próstata, lo primero que hay que definir es si se trata de un tumor de bajo riesgo o de moderado o alto riesgo. En el caso del primero, el tratamiento incluye el potencial seguimiento de la enfermedad puesto que muchos de los cánceres de la próstata no son letales, lo que implica un seguimiento muy juicioso por parte de paciente y médico con exámenes periódicos para determinar la necesidad de tratamiento a largo plazo o la posibilidad de continuar en el seguimiento.
Intervenciones
Es fundamental entender que para definir el tratamiento se deben tener presente factores como la estadificación, es decir, si se ha extendido dentro de la próstata o a otras partes del organismo y en qué etapa se encuentra; la probabilidad de que el tumor esté limitado a la glándula prostática y por lo tanto sea potencialmente curable; el tamaño del tumor y su grado de agresividad, la edad del paciente y su estado de salud general y los posibles efectos secundarios de los tratamientos.
Cuando los tumores son de alto riesgo o moderado riesgo existe la opción del manejo quirúrgico en cuyo caso la cirugía radical de la próstata es la mejor alternativa.
La recomendación es que a partir de los 40 años los hombres acudan al médico, se realicen los exámenes pertinentes, para así prevenir y detectar a tiempo cualquier signo de alarma que pueda desencadenar en un cáncer de próstata.