Un corazón sano es fundamental para una buena salud general. Adoptar un estilo de vida saludable a cualquier edad puede prevenir cardiopatías y reducir el riesgo de un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular.

Nunca se es demasiado viejo o demasiado joven para comenzar a cuidar el corazón. Es cierto, cuanto antes empiece a tomar decisiones saludables, más tiempo podrá cosechar los beneficios. Pero reemplazar los malos hábitos con otros buenos que promuevan la buena salud puede marcar la diferencia, incluso si ya ha sufrido un infarto de miocardio.

Elegir alimentos saludables y hacer ejercicio son dos de las mejores maneras de contribuir a la buena salud del corazón. Hay una serie de medidas adicionales que puede tomar para reducir su riesgo de cardiopatía.

Algunos de los hábitos que suponen un mayor riesgo de cardiopatías son:

  • Fumar.
  • Presión arterial alta.
  • Obesidad/sobrepeso.
  • Niveles altos de colesterol.
  • Sedentarismo (falta de ejercicio).
  • Antecedentes familiares de cardiopatías (especialmente de padres o hermanos).

La buena noticia es que es posible disminuir el riesgo al hacer cambios en el estilo de vida. Incluso si tiene antecedentes familiares de enfermedades del corazón, el poder de la prevención está de su lado.

Camino hacia una mejor salud

Tú puedes controlar de forma directa muchos aspectos que pueden influir en la salud del corazón. El compromiso con que afrontarás esta responsabilidad depende de ti. A algunas personas les resulta fácil adoptar un estilo de vida saludable. Otros lo hacen solo después de haber sido diagnosticados con un síntoma de cardiopatía, como presión arterial alta o colesterol alto.

Sea cual fuere tu inspiración, ten en cuenta que los beneficios de tener un corazón saludable valen la pena el esfuerzo. De hecho, todo tu cuerpo va a mejorar gracias a ello. La buena salud general también puede proteger contra la diabetes tipo 2, el asma, las artralgias y otra serie de enfermedades y afecciones crónicas. Puede reducir incluso el riesgo de cáncer.

Además, se ha demostrado que un estilo de vida saludable que incluya consumir alimentos saludables y hacer ejercicio regularmente mejora el estado de ánimo.

Si no estás seguro de por dónde empezar, trata de incorporar solo un aspecto saludable a tu vida por ahora. A medida que sientas que ganas control, trata de añadir otro y luego otro.

Opta por alimentos saludables

El equilibrio es la clave para una alimentación saludable a largo plazo. Tu dieta debe consistir principalmente en frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos y proteínas magras. 

Es importante permitirse satisfacer antojos de vez en cuando. Así que no te sientas culpable por dtrse un gusto como recompensa por comer sano. Sólo asegúrate de no hacerlo con demasiada frecuencia.

Controla tu peso

Ser obeso o tener sobrepeso no es saludable. Cuanto más engordes, mayor será tu índice de masa corporal (IMC). El IMC mide la grasa corporal basándose en la estatura y el peso.

Cuanto más alto sea tu IMC, mayor será el riesgo de presión arterial alta, colesterol alto y niveles altos de azúcar en sangre.

La elección de alimentos saludables en combinación con un programa de ejercicios es la mejor manera de perder peso. Incluso una pequeña pérdida de peso puede marcar una gran diferencia en su salud. De acuerdo con la Asociación Americana del Corazón (AHA), perder solo entre el 5% y el 10% de tu peso corporal puede reducir el riesgo de infarto de miocardio o accidente cerebrovascular.

Mantente activo

La clave es solo levantarse y moverse.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos recomienda a los adultos al menos 2 horas y 30 minutos de actividad aeróbica moderada por semana. Los niños deben realizar al menos una hora de actividad todos los días.

Deja de fumar

Fumar aumenta el riesgo de padecer cardiopatías. También daña el revestimiento de las arterias. Existen numerosos estudios que proporcionan evidencia de que fumar cigarrillos es la principal causa de cardiopatías coronarias, que deriva en infartos de miocardio.

Detén el estrés

Controlar el estrés puede reducir el riesgo de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular. El estrés se asocia a menudo con la presión arterial alta. El estrés crónico expone su cuerpo a niveles elevados de hormonas de estrés, lo cual tampoco es saludable.

Fuente: Salud 180

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