¿Sabías que entre el 50 y el 70% de las pequeñas empresas fracasan en los primeros 18 meses de actividad? El propósito de la estadística no es asustar. La falta de un plan de negocios adecuado y realista es una de las principales causas de esos fracasos, de acuerdo con Shikhar Ghosh, orador de Harvard Business School, en los Estados Unidos. Por eso, conocer los errores comunes en los que incurren los nuevos emprendedores es una buena medida. Así podrás evitar equívocos de quien ya intentó antes y minimizar las posibilidades de fallar en tus decisiones futuras.
Existen ocho errores comunes que los empresarios cometen al iniciar un negocio, indica el consultor del Servicio Brasileño de Apoyo a las Micro y Pequeñas Empresas (Sebrae-RS).
Estos son:
- Falta de capital para la inversión inicial, incluso de capital de giro.
- Desconocimiento del mercado en que se actuará.
- Desconocimiento de las responsabilidades legales y tributarias inherentes al negocio.
- Falta de, o escaso, conocimiento técnico.
- Análisis impreciso sobre el lugar de instalación y comercialización.
- Escasa o ninguna planificación mercadológica.
- Descontrol financiero.
- Mezcla de cuentas personales con las de la empresa.
Vera Rita de Mello Ferreira, doctora en Psicología Económica de la PUC-SP, apunta que otro de los errores comunes es “ir detrás de lo que está de moda” sin tener conocimiento del rubro en que se está ingresando, el llamado “efecto manada”. “El primero que abrió una heladería hizo bien. Ya el número 59, no se sabe: sólo si tiene un diferencial muy grande”, comenta.
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Cómo lidiar con los errores comunes
Conocer los errores comunes es importante, pero no avanzarás si no sabes lidiar con ellos. Según Feres, antes de iniciar una empresa es esencial que el empresario estudie cuáles son las demandas del mercado y realice una planificación adecuada.
“Esta planificación inicial se denomina plan de negocios y en él se analizará el mercado (clientes, proveedores y competidores), la estructura necesaria (física y de personal) y junto con esa información, la viabilidad económica y financiera del futuro negocio. Es decir, ¿generará ingresos?, ¿en cuánto tiempo?, ¿cuánto?”, dice la consultora.
Después de elaborar un plan de negocios, es vital que el empresario se atenga a lo planeado e invierta en forma correcta y con prudencia, evitando actuar por impulso y “gastando más de lo que debería”. En esta etapa de organización financiera, también es importante evaluar si conseguirá encarar el negocio sólo o si lo hará consiguiendo socios e inversores.
Durante la operación
No obstante, no es sólo antes de iniciar el negocio que se cometen errores. Es necesario prestar una atención especial en las primeras etapas que suceden a la apertura de un negocio para que otros errores comunes no aparezcan.
Feres afirma que el empresario debe tener siempre el objetivo de que su empresa sea reconocida como diferente. “Hacer cosas nuevas, remodeladas, o aún de una forma no convencional seguramente llamará la atención del público”, dice. “Lo máximo es siempre innovar. El mundo y el mercado nunca cambiaron de forma tan veloz. De esta manera, debes estar dispuesto a acompañar la velocidad de cambio en relación con el mercado en que actúas”, asegura.
Es esencial también oír lo que las personas tienen que decir sobre tu negocio, sean clientes, proveedores, socios, vecinos o amigos. “Oye mucho, procesa esa información y decide usarla –teniendo en cuenta muchas de las necesidades y carencias que identificaste durante las conversaciones”, aconseja Feres, al tiempo que asegura que es importante anotar todo lo que se oye y que puede contribuir al éxito de tu negocio.