1La vida está compuesta por decisiones que tenemos que tomar para avanzar, en todos y cada uno de los ámbitos y escenarios.

Algunas las tenemos que tomar solos y otras de manera colectiva, tanto en el plano personal como en el profesional. Al fin y al cabo, somos dueños de nuestros actos y nuestras decisiones y sus consiguientes acciones van a definirnos como personas.

En el terreno empresarial, las decisiones que se tomen van a ser las que van a determinar el devenir inmediato de la corporación, así como a medio-largo plazo. Hay que tener en cuenta que una empresa suele estar formada por un grupo de personas. Cada una realiza funciones distintas pero al final, todas trabajan con un objetivo último común. Por ello, directa o indirectamente, se está trabajando en equipo.

Cuando las cosas salen mal, siempre se suele apuntar a alguien a quien se responsabiliza de haber tomado alguna determinada decisión. En cambio, cuando las cosas salen bien suele suceder que todos quieren obtener reconocimiento de dicho éxito. Por lo tanto, es difícil encontrar un balance en este sentido.

Según Forbes, el requisito principal para tomar una decisión debe de ser la existencia de un problema y saber reconocerlo. Si las cosas están y funcionan bien, mejor no tocarlas. La idea es proponer muchas soluciones a dicho problema y después, escoger una de ellas. Es recomendable hacerlo en equipo para que así todos se sientan partícipes del proyecto y estén más motivados.

Un trabajador motivado siempre rendirás mucho más que uno que no lo está. Si todos participan en dicho proceso, después podrá haber reproches ni malentendidos. Siguiendo la línea de Forbes, lo más importante en la elección de la solución y la consiguiente toma de decisiones al respecto es que ésta última represente de alguna manera el parecer del colectivo, al menos que se acerque.  Hay que tener en cuenta que cuando existen discrepancias, tratar de convencer e imponer una idea son dos acciones muy distintas.

Todo tiene sus pros y sus contras. Por un lado, como se ha apuntado antes, si las cosas salen bien todos serán partícipes de dicho éxito y si por el contrario las cosas salen mal también todos serán los responsables en vez de que la responsabilidad caiga encima de una sola persona.

Este proceso unifica al equipo de trabajo. Un equipo unido siempre se comunica mejor y ello conlleva una mayor rapidez en el proceso de trabajo, por lo que se consigue un mayor grado de eficiencia. Al fin y al cabo, la eficiencia es lo que diferencia y determina si un equipo es bueno o malo o si es mejor o peor que otro.

Es recomendable que el líder del equipo de trabajo: trate con cercanía y respeto a sus compañeros, los anime y motive, esté abierto a escuchar nuevas propuestas y sea exigente sin ser dictatorial. También es muy importante que fomente la fluidez de la comunicación, identifique los errores a tiempo para solventarlos lo antes posible y fomente la cohesión entre los miembros del grupo. Pero sin duda lo esencial para seguir creciendo es no conformarse nunca y estar siempre dispuesto a no dejar de aprender.

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