13 Jun Voluntariado Drolanca: 8 años de servir con alegría
El mes de junio es especial para el Voluntariado Drolanca, porque este grupo arribó a 8 años de trabajo continuo, siendo el brazo ejecutor de los programas de Responsabilidad Social de la empresa. Este grupo de trabajadores ha demostrado a lo largo de este tiempo, su compromiso con este proyecto, que busca llevar alegría y una mano amiga a quien más lo necesite.
«Compromiso, solidaridad, empatía, y el ejemplo para que estas acciones se multipliquen» es el legado que Voluntariado ha dejado en Drolanca, según destaca María Eugenia Carrillo, la directora de RSE de la Organización.
«Todos somos iguales, aquí no hay cargos, simplemente somos voluntarios, todos llenos de esa sensibilidad característica de quienes donan su tiempo en beneficio de los demás», agrega.
Este programa ha permitido generar un nuevo canal entre la empresa, sus empleados y la sociedad, «permitiéndole conocer con mayor exactitud las necesidades de quienes tienen menos posibilidades», dice el voluntario Daniel Molina, para quien es un gran orgullo dibujar en sus rostros sonrisas cargadas de amor y bienestar.
Esta filosofía se transmite al resto del personal de la empresa, que ve en este grupo las ganas de hacer las cosas bien y tener empatía, “dejar un mensaje de que ser Voluntario es la mejor forma de crecer como persona porque te da experiencia y eso se transmite a nuestros compañeros para que su sensibilidad aflore hacia al más necesitado”, apunta Liz Flores, una de las voluntarias fundadoras.
De igual manera piensa Ernesto Sosa, quien considera un legado haber “enseñado a mis compañeros a servir y ayudar al que más necesita sin esperar nada a cambio”.
“Somos inspiración para muchas personas, porque buscamos crecer y ser mejores cada día”, añade Isaac Ferreira.
Para Yurymay Medina, lo más importante de esta labor es que les ha enseñado a todos que “lo más importante es el compromiso de trabajar en equipo, para que nuestro gesto de solidaridad logre inspirar a otras personas”.
En esto concuerda María Vergamini, quien asegura que “todos los que formamos parte del Voluntariado hacemos el mejor equipo, servimos sin esperar nada a cambio y sin distinciones de ningún tipo”.
«Está comprobado que hacer el bien nos hace bien, es el mejor legado que podemos dejar», manifiesta por su parte Ricardo Chacón.
«No podemos ser superhéroes y salvar al mundo, pero que simplemente con ayudar y cambiar la vida de pocas personas es de lo más gratificante que te puedas llevar», asegura finalmente Sara Lanni.
El mes de junio es especial para el Voluntariado Drolanca, porque este grupo arribó a 8 años de trabajo continuo, siendo el brazo ejecutor de los programas de Responsabilidad Social de la empresa. Este grupo de trabajadores ha demostrado a lo largo de este tiempo, su compromiso con este proyecto, que busca llevar alegría y una mano amiga a quien más lo necesite.
«Compromiso, solidaridad, empatía, y el ejemplo para que estas acciones se multipliquen» es el legado que Voluntariado ha dejado en Drolanca, según destaca María Eugenia Carrillo, la directora de RSE de la Organización.
«Todos somos iguales, aquí no hay cargos, simplemente somos voluntarios, todos llenos de esa sensibilidad característica de quienes donan su tiempo en beneficio de los demás».
Este programa ha permitido generar un nuevo canal entre la empresa, sus empleados y la sociedad, «permitiéndoles conocer con mayor exactitud las necesidades de quienes tienen menos posibilidades»», dice el voluntario Daniel Molina, para quien es un gran orgullo dibujar en sus rostros sonrisas cargadas de amor y bienestar.
Yarleny Abraham asegura que “la humildad, la entrega y el espíritu de servicio que debe caracterizar a un voluntario, pues vinimos al mundo a servir y no a ser servidos, por eso debemos tener la mayor disposición para ayudar al que lo necesita”.
Igual concepto tiene Ana Uzcátegui, quien agrega que el servir es gratificante “el amor, la entrega, el tiempo que pueda dedicarse a través del voluntariado no tienen precio y menos cuando puedes ver una sonrisa por parte de estas personas”.
“Cómo legado: el servir, ya que haciéndolo incentivas a otros compañeros a través de tus experiencias a ser partícipes de esta maravillosa labor, porque quien no vive para servir, no sirve para vivir», indica Emily Santaromita.
Otra fundadora, Elizabeth Niño, estima que el Voluntariado ha mostrado otra cara de la empresa, dándola a conocer como una organización con un alto sentido de responsabilidad social. “El tener contacto con todas esas personas dejen un aprendizaje de humildad, respeto, bondad y sensibilidad por el prójimo”.
Sthphany Manchego, exhorta a sus compañeros a que “todos seamos más amor, más unión, más calor humano, más empáticos y saber que allá afuera siempre habrá alguien que necesite una mano amiga”.
«Está comprobado que hacer el bien nos hace bien, es el mejor legado que podemos dejar», manifiesta Ricardo Chacón.
«No podemos ser superhéroes y salvar al mundo, pero que simplemente con ayudar y cambiar la vida de pocas personas es de lo más gratificante que te puedas llevar», asegura Sara Lanni.
